La afasia es una alteración del lenguaje que aparece tras algunas lesiones cerebrales, generalmente las que afectan al hemisferio izquierdo (dominante para el lenguaje). Esta alteración dificulta enormemente la comunicación con la persona afectada, tanto a nivel comprensivo como expresivo.
Una de las principales preocupaciones que muestran los familiares es la frustración de no poder comunicarse con su ser querido, ya que no lo pueden entender, y la que muestra el propio afectado por no poder expresar lo que quiere.
-
Emplee frases cortas y dígalas despacio.
-
Háblele en un tono e intensidad normales.
-
Evite conversaciones cruzadas entre varias personas.
-
Atienda a aquello que su familiar pueda comunicar de forma no verbal.
-
Apóyese de gestos y de imágenes cuando le hable.
-
Trátelo como un adulto que es, empleando un lenguaje adecuado a su edad.
-
Cuando su familiar no hable, no haga gestos, no señale o no haga intentos de comunicarse, no piense que no quiere, sino en que no puede.
-
Es normal que cometa errores al intentar hablar o comunicarse. Permitánselo, aunque poco a poco vaya mostrándole la forma correcta.
-
Elimine el ruido de fondo y otras distracciones (música, televisión, etc).
-
En la medida de lo posible, vaya comentando y nombrando las actividades de su vida diaria.
-
Ayúdele a que elija la ropa, la comida, actividades de ocio que quiera hacer. Hágale elegir entre dos o tres opciones para facilitarle su elección, por ejemplo ¿Prefieres comer carne o pescado? A veces pueden no entender las palabras, escríbaselas y leáselas para que él después señale la opción que prefiera o muéstrele las imágenes de ambas.
-
Cuando no haya entendido su mensaje. Dígaselo para que lo intente de nuevo o busque otra forma de comunicárselo (un dibujo, señalando una imagen, escribiendo alguna palabra, etc.).
-
Lo importante es, en principio, que transmita su mensaje, no la manera en la que lo ha hecho.
-
Debe darle tiempo para que acabe de contarle lo que quiere.
-
Ayúdele a buscar de forma organizada palabras, por categorías o subcategorías, cuando quiera nombrar algo, por ejemplo, "¿es un alimento, una verdura...?"
-
Ayúdale a que piense en la imagen del objeto, que lo dibuje, que piense en sus características físicas, para lo que sirve, quién lo usa, etc, no es bueno dejarle que esté durante demasiado tiempo intentando dar con la palabra.
-
Si usted sabe de qué palabra se trata, ayúdale diciendo una frase que acabe con esa palabra. Ej.: “frío los huevos en una...”
-
También puede usted empezar a nombrar la palabra con la primera silaba para que la acabe y la repita después.
-
Que emplee signos y gestos asociados a la palabra, siempre y cuando pueda llevarlos a cabo, por ejemplo la acción de cepillarse los dientes cuando quiera pedirlo.